Mascotas

Cómo reconocer y qué hacer si tu gato está enfermo

El gato es un animal muy especial y exigente tanto en sus requerimentos de mantenimiento y cuidados nutricionales, como de su salud, siendo muy demandante de nosotros.

Del mismo modo, a sus amos, individuos muy preocupados de todas y cada una de sus necesidades, en ocasiones se lea dificulta reconocer cuando están enfermos.

Para nosotros, los médicos veterinarios, es un verdadero desafío cuando nos enfrentamos a un gatito enfermo, dado que los signos y síntomas que demuestra son poco claros e inespecíficos, y como sabemos, nuestros pacientes no pueden decirnos qué les pasa.

Es muy común escuchar al propietario cuando llega con un gato enfermo a la clínica y cuando les preguntamos cuál es el motivo de la consulta, que nos refiera a que su gato "esta raro".

Esta calificación de su estado de salud implica reconocer tanto por parte del propietario como del médico veterinario, que debemos emplear todos los medios y recursos de diagnóstico médico disponibles de estudio para llegar a saber de qué esté enfermo el gatito y no escatimar en recursos.

Cuando está enfermo

Debes saber que cuando está enfermo, el gato deja de acicalarse y asearse de forma habitual, el pelo se pondrá opaco e hirsuto, destacando por un aspecto de descuidado. Por otra parte, dejará de comer y tomar agua, perdiendo progresivamente su peso y se deshidratará, teniendo una piel poco elástica.

Si la evaluamos levantando el pliegue cutáneo del cuello, éste demorará en volver a su posición normal, quedando levantado.

Respecto de la eliminación de sus desechos -las fecas-, las realizará en lugares poco habituales, dificultando más aún saber si está cursando o no con cuadros de diarrea para orientarnos sobre un probable problema digestivo.

Es común observar que el gato, cuando está enfermo, busca recintos oscuros, teniendo la mala idea de refugiarse y esconderse en lugares complejos e impidiendo obtener más información de su real estado de salud, e indicándonos que probablemente está cursando con un cuadro "febril" o tal vez con algún grado de "dolor".

Cuando tu gato intenta aullar y no emite ningún tipo de sonido, y se determina que está disfónico, podría alertarnos que esté cursando tal vez con un cuadro de tipo respiratorio, esto asociado a la presencia de secreciones oculares y nasales. También en estos casos debes reconocer signos como estornudos característicos en los felinos, y además tendrá la tendencia a frotarse frecuentemente su cara.

Tracto urinario

Otros problemas observados en los gatos son las infecciones y cálculos del tracto urinario bajo, especialmente de su vejiga y uretra.

Aquí, para pensar prontamente en un probable problema, nos puede orientar la ausencia o cambios en la frecuencia en su acto de orinar. A veces podemos ver que lo hace a chorritos muy cortos o simplemente de a gotitas, y en otros casos se podrá asociar la presencia de restos de sangre en la orina y advertirás que su vientre a la palpación está muy distendido, duro y con dolor a una simple compresión de éste.

Si aún con todo lo anterior, los signos son poco claros o inespecíficos y siguen siendo "raros" y no nos queda claro qué es lo que le sucede, es muy normal que tu médico veterinario te solicite una batería diagnóstica que van desde exámenes de sangre, radiografías de tórax y/o abdomen, ecografías de vejiga y test para evidenciar presencia de virus de la leucemia o innumodeficiencia felina, entre otros.

Además, es muy recomendable en estas circunstancias que quede hospitalizado para poder determinar y evidenciar más signos que nos permitan llegar a un correcto diagnóstico y, mejor aún, a un pronto y eficaz tratamiento.

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