Con una sonrisa de oreja a oreja camina por las calles de Los Ángeles, en la región del Bío Bío el estudiante de ingeniería Sebastián Veloso. ¿La razón? el cabro está orgulloso de su singular perrito  Apolo de un año y 11 meses, que deslumbra a todos los vecinos por su particular pinta. Es que el ¡cachupín tiene dos narices!

Sí, según soltó el dueño y mejor amigui del regalón con cola, la situación se debería a su raza, llamada Catalburun, que responde a una mezcla de perros de caza, y que proviene de Turquía.

Pese a que debe aguantar estoico las tallas de los más pesotes que le gritan ¡nariz de chancho! y otras payasadas, varios de estos gozadores envidiosos y amos de la noche quisieran tener una doble nariz. Y está clarito para qué.

Claro que Sebastián asegura que cuando el coludo pasa por la calle, Apolo no hace caso a la mala onda de los picados angurris, y con hechos sobre la mesa demuestra lo bacán que es.

“Apolo es un perro de caza. De muy pequeñito lo acostumbramos a cazar perdices y es buenísimo en eso”, relató todo chocho el angelino.

Para el veterinario y mandamás del Buin Zoo, Ignacio Idalsoaga, este tipo de perritos no pertenece a una raza si no a “más bien es una malformación genética. O casos excepcionales”.

Pese a ello, Sebastián anda de lo ma´s feliz con su cachupín.

-¿Y de dónde salió este can de callula doble? ¿Ah?

-Mi papá andaba buscando un perro para cazar. Nos dieron el dato de un lugar donde comprar y fuimos. Ahí estaba él con sus hermanos, lo vi y me gustó altiro por sus narices.

-Es bien bonito si el ñatito…

-Sí y tiene un sentido del olfato muy desarrollado. Además es muy inteligente. Puede seguir por un kilómetro el recorrido de la perdiz y a medida que se acerca se pone estático y camina despacio hasta tomarla. De ahí me la lleva intacta a donde yo esté.

-¿Debe ser la alegría del hogar?

-Sí, es muy divertido e hiperquinético. Lo malo es que desde agosto que anda triste porque se murió Perla. Una perrita quiltra que teníamos también en la casa y que para él era como su mamá. Hasta vivían en una misma casa. El veterinario dijo que iba a ser normal su cambio de ánimo.

-Pero con su nombre tiene pinta de ser todo un machote ...

-Jajaja, así es. De hecho estamos en proceso para encontrarle una polola.