Desde hace muchísimos años que el hombre sabe de la inteligencia y sensibilidad de los delfines, lo que los ha transformado en uno de los animales marinos más queridos por los seres humanos.

Son muchos los motivos que nos hacen adorarlos, pero con la ayuda de los amigos de pijamasurf.com y de ecoosfera.com les vamos a presentar cuatro razones que los hacen irresistibles.

Son rescatistas naturales

Entre otras numerosas historias de rescate protagonizadas por delfines les presentamos la de aquel que rescató a un perrito que se ahogaba en las costas de la isla Marco, en Florida.

Tanto llamó la atención el accionar del mamífero marino, que incluso la televisión estadounidense preparó una nota al respecto.

Un turista que se encontraba en el lugar tomó una espectacular foto del increíble rescate.

Saben cuándo pedir ayuda

Además de inteligentes, los delfines también son sabios ya que saben cuándo y a quién deben pedir ayuda.

Así se pudo comprobar cuando, cerca de Hawai, un delfín se acerco a un grupo de buceadores ya que parecía no poder nadar bien.

Los buzos notaron que el delfín estaba enredado en una red para pesca y lo ayudaron a librarse de ella.

Les gusta jugar con otras especies

En Irlanda hay un labrador que disfruta nadar al lado de un delfín.

Por las mañanas el perrito Ben se tira al mar, donde lo espera su amigo, y juntos disfrutan jugando en el agua.

Hacen aros de burbujas

Los delfines hacen aros de burbuja utilizando su espiráculo, y luego juegan con ellos un buen rato.

El espiráculo fue un desarrollo evolutivo que permite que los delfines suban a la superficie por aire mientras se mantienen alerta y en busca de predadores.

Al igual que los fumadores hacen aros con el humo, los delfines emplean el aire que respiran para formar estas figuras en el agua.