Mucho se ha dicho en estos días de la necesidad de proteger a las mascotas de los fuertes ruidos vinculados a las fiestas de fin de año, pero nada impacta más que saber que la pirotecnia fue uno de los motivos que llevó a la muerte a Winner, el oso polar que residía en el Zoológico de Buenos Aires.

De acuerdo a lo indicado por las autoridades de ese recinto, el mamífero no resistió la combinación de altas temperaturas y los ruidos de los fuegos artificiales, y falleció durante la madrugada de la Navidad.

Este macho de 16 años fue enviado al parque bonaerense desde el zoológico de Santiago y, según los encargados, se trataba de "un oso con un temperamento nervioso".

"Lamentablemente, como consecuencia de los inusuales picos de temperatura, combinado con la pirotecnia del 24 a la noche y el temperamento nervioso del oso, dificultaron la normal termorregulación, llevando a la muerte del mismo", detalló un comunicado entregado por el zoológico porteño.