Hasta más arriba de la coronilla están varios de los vecinos de Nelson Vásquez, en la comuna de Padre Hurtado, debido a la obsesión que tiene el hombre con los perros dálmatas, a tal punto que hoy tiene 42 pero quiere llegar a los 101, como en la película de Disney.

"Voy a llegar a los 101 dálmatas a la buena o a la mala, como sea. A lo mejor me voy a otro país", asegura Nelson a quien quiera escucharlo.

El problema para quienes viven cerca de él es que el lugar está lleno de "heces, orina, pulgas, moscas, ratones", según reconoce el mismo "Dálmata", como conocen a Vásquez.

Quienes cuestionan al hombrón alegan por la suciedad, los constantes ladridos de noche y hasta porque algún niño ha sido mordido por los canes; por el contrario, las personas que lo apoyan ven en él a "una buena persona que sólo se preocupa de los animales".

Y aunque el "Dálmata" asegura que lo único que quiere es conseguir un terreno para irse con sus cachupines,

, plantean que hace un tiempo se le ofreció tan posibilidad, pero él la rechazó.

Lo más complejo aquí es que se trata de un problema entre particulares -los herederos de la propiedad y Vásquez-, como precisó el jefe de Inspección Municipal de la comuna, Miguel Martínez, por lo que el municipio no puede tomar medidas para solucionar el tema.

Otro aspecto relevante es que para mantener en buenas condiciones de salud y bien nutridos a los 42 dálmatas, el hombre debería contar con un promedio de 20 mil pesos diarios, y él su gana unas pocas lucas pituteando por aquí y por allá.

Mientras, sigue pasando el tiempo y Nelson todavía no tiene dónde ir, por lo que los problemas sanitarios generados por la gran cantidad de perros continúan achacando a los vecinos.

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