La mayoría de las personas no sabe cómo actuar cuando un perro echa a correr tras ella con la aparente intención de "atacar".

Tanto por tu seguridad como por la de tu mascota es fundamental que estés preparado para enfrentar estos casos y, para ello, basta con conocer algunas instrucciones básicas y muy precisas.

Hay que reconocer, eso sí, que para seguir estas indicaciones hay que tener mucha sangre fría y enfocarse, pues de lo contrario tanto tu vida como la de tu regalón podría correr serio riesgo.

Instrucciones básicas

1

No gritar y mantener la calma

Es fácil decirlo y no siempre tan sencillo hacerlo. Pero resulta importante entender que un perro que corre tras nosotros con actitud amenazadora se excitará todavía más si observa que su "presa" entra en estado de pánico. Tienes que pensar que lo más común es que el perro nos ladre y persiga porque quiere alejarnos de su territorio. Por lo tanto, si ése es su objetivo, no entrará en conflicto directo a no ser que lo provoquemos.

2

No usar palos ni otros objetos amenazadores

Si el perro se siente amenazado, atacará. Por eso, tampoco debemos intentar ahuyentarlo con la mano o los brazos, ni tirarle piedras.

3

No correr

El movimiento incita la conducta depredadora en los perros. Si corremos, estaremos fomentando que el animal active su "instinto cazador". También puede ser que estemos usando un skate, unos patines o una bicicleta y sea el propio movimiento el que ha provocado la respuesta predatoria en el perro. De nuevo, lo mejor es parar y mantenernos tranquilos.

4

Adoptar postura de árbol

Démosle la espalda al animal para que no pueda saltarnos a la cara y mantengámonos inmóviles con los brazos pegados al cuerpo y la cabeza mirando al suelo, lo más tranquilos que podamos. Seguramente el perro continuará ladrando para asustarnos, pero lo hará desde cierta distancia.

5

Retirarse lentamente

Recordemos que lo que seguramente pretende el perro es echarnos de su territorio y, por eso, debemos retirarnos paulatinamente para mostrarle que no pretendemos ser ninguna amenaza para él.

6

Ignorar al agresor

Si estamos con nuestra mascota ignorar al agresor completamente y alejarse del lugar lentamente sin mirarlo en ningún momento. El animal olfateará a unos metros de nosotros para luego retirarse.

7

No tomar al perro en brazos

Nunca tomes a tu pero en brazos, pues la agresión no sólo será hacia tu mascota sino también hacia ti. En caso extremo mete a tu perro en cualquier casa para ponerlo a salvo y tu adoptas la posición del árbol que ya hemos mencionado.

En conclusión, los perros y todos los animales en general suelen usar la pelea y el ataque como última opción.

La lucha es una estrategia que supone un enorme gasto de energía y no suele utilizarse a no ser que el animal se encuentre acorralado o deba defender un recurso concreto que garantice su supervivencia.

Por lo tanto, en la mayoría de las ocasiones, cuando un perro echa a correr tras nosotros su intención inmediata no es el ataque. Tener esto claro nos ayudará a mantener la calma.