Roberto Thieme, ex yerno de Augusto Pinochet, fue sindicado por el periodista sueco Anders Leopold como la persona que asesinó en 1986 al entonces Primer Ministro de ese país nórdico, Olof Palme.

Así al menos lo planteó el profesional en el libro "El árbol sueco debe ser derribado", en el cual esgrime la tesis de que fue el propio Pinochet el que le encargó a Thieme la labor de eliminar a Palme, jefe de gobierno que no sólo se opuso a la dictadura chilena, sino que también acogió a la mayor cantidad de exiliados en Europa, luego de la desaparecida Unión Soviética.

El texto incluso recuerda que el asesinado político nórdico admitió que en 1975 supo que se encontraba "en una lista negra de la junta militar chilena. Es la primera vez que un gobierno me amenaza", dijo en una entrevisdta publicada en 1979.

Según sostiene Leopold en su libro, el mayor error de la policía sueca en el caso fue "abandonar la pista chilena".

CONFUNDIDOS

Y es que el periodista basó su tesis en informes de los servicios secretos suecos que, erróneamente, confundieron en su momento la identidad de Thieme con la del ex agente de la DINA Michael Townley, el que al momento del crimen se encontraba detenido en Estados Unidos.

Esto, pese a que los agentes nórdicos interrogaron en cuatro oportunidades al exiliado chileno José Jara Rioseco, quien se basó en una fuente anónima para culpar del crimen a Roberto Thieme.

A ello se suma el hecho acreditado por el reportero de que el ex yerno de Pinochet y otro chileno, Julio Izquierdo, se encontraban en Estocolmo al momento del crimen.

SIN SOLUCIÓN

El texto de Anders Leopold abre una nueva arista en el crimen del Primer Ministro Olof Palme, muerto el 28 de febrero de 1986, cuando salía de un cine acompañado por su esposa y sin escolta.

Tres años más tarde un tribunal condenó a cadena perpetua por el crimen a un delincuente habitual identificado como Christer Petterson, pero apenas cuatro meses después de la sentencia el sujeto, que falleció en 2005, fue absuelto en segunda instancia debido a la falta de pruebas.