Atrás quedaron los tiempos en que las parejas bailaban apretado o le ponían bueno al besuqueo. O al menos eso ocurre en Japón, donde  una moda tirada de las mechas la lleva entre los pokemones.

Se trata de "lamer" los ojos de él o la amada y así hacerla sentir maripositas por todo el cuerpo.

Según medios japoneses, tan expandida estaría la cosa, que un tercio de los alumnos de 12 años habría confesado haber hecho la maldá besuqueando las pepas de algún cumpa de curso.  Esta situación también la comprobaron los profes, que cada vez que pasaban la lista notaban que había menos cabros en la sala, varios de ellos en casita por conjuntivitis y otros dramas oculares.

Los que están haciendo arcadas con semejante invento son los oftalmólogos, que advierten las penas del infierno para los que practiquen el lengüeteo ocular. Según ellos, la falta de higiene de tan extraño cariñito podría provocar clamidia, una infección de transmisión sexual que puede causar ceguera total de traspasarse al ojo. Aunque no menos brígido, herpes y abrasión en la córnea también podrían provocarse.