Una barista en bikini se hizo viral tras defenderse de un cliente que alegó por el precio de sus bebidas y se las arrojó en el cuerpo.

Lejos de intimidarse, la joven reaccionó rápidamente y le hizo pebre el parabrisas a punta de martillazos.

Luego de llamar a la policía de Seattle, en Estados Unidos, Emma Lee presentó cargos por el delito de agresión. Así las cosas, el cliente tiene prohibida la entrada al recinto donde se ubica el local, aunque podría llevarla a un tribunal para reclamar por los daños a su vehículo.

Como era de suponer, el debate se desató en redes sociales: mientras que algunos culparon a la barista y le preguntaron qué hizo para merecer que le arrojaran bebidas, otros creyeron a ciegas en su versión: el sujeto fue irrespetuoso.

La versión de barista

En su cuenta de Instagram, la joven de 23 años compartió el video del momento y publicó un extenso mensaje para explicar la situación.

“Debido a la imprevista cantidad de atención que este vídeo ha recibido, quiero dedicarme un momento para abordar el verdadero problema aquí: la seguridad de las mujeres, más específicamente aquellas que están desproporcionadamente menos protegidas”, comenzó.

“Trabajamos solas en esta industria, llevando casi nada e interactuando con hombres (la mayoría de los cuales no conocemos) todo el día. ¡La mayoría de las personas que conocemos a lo largo de nuestros turnos son amables, respetuosos, humanos increíbles en general! Sin embargo, en ocasiones vemos a los que piensan que es apropiado ponerse violentos tanto verbalmente como físicamente”, añadió.

Luego, cuestionó: “¿En qué momento durante una agresión tiene derecho una mujer a protegerse? ¿Cuál es la respuesta adecuada? Conozco a este hombre. Esta no fue su primera vez siendo agresivo, pero es la primera vez que se ha puesto físicamente violento conmigo. Había conseguido lo que había pagado y estaba loco por el precio. El hecho de que lo primero que la gente quiere saber es lo que hice para merecer que me tirara dos bebidas es asqueroso”.

“Tenemos que cambiar la narrativa de estas conversaciones. ¿Qué es lo merecedor de eso? Este ya no es el momento de las mujeres que sonreirán y se disculparán. ¡Esta vez, lucharemos!”, sentenció.