Al menos 50 muertos y cerca de 200 heridos dejó un atentado suicida que prácticamente destruyó el hotel Marriot de Islamabad, capital de Pakistán.

La explosión se produjo luego de que un camión cargado con explosivos impactó el lujoso edificio donde alojaban cientos de ciudadanos extranjeros.

Tras el atentado, el gobierno pakistaní decretó la alerta máxima en todo su territorio.

Si bien ninguna agrupación se ha adjudicado el hecho, se presume que fue una acción de Al Qaeda.