"La carne humana tiene buen gusto. Es tierna como la del ciervo. Me gustó hacer lo que hice", dijo Nicolas Cocaign ante el Tribunal, poco antes de ser condenado a 30 años de cárcel por matar y comerse los pulmones de un compañero de celda.

Este émulo de Hannibal Lecter es conocido como el "Caníbal de Rouen" desde el 2 de noviembre de 2007. Ese día, enfadado porque Thierry Baudry (31) lo miró feo por decirle que se fuera a lavar las manos, se abalanzó sobre él, le clavó varias veces una tijera, lo asfixió y luego devoró partes de sus sopladores.

"Lo hice por curiosidad. Quería saber qué gusto tenía la carne humana. La preparé con un poco de cebolla y arroz. Y me la comí", dijo el locate.

Su relato ante el tribunal, especialmente los detalles de su festín, estremecieron a gran parte de los presentes, que terminaron haciendo arcadas.

La defensa de Cocaign aseguró que estaba loquito. El mismo condenado indicó que ante la ofensa de su yunta de celda "me subió la adrenalina e hice lo que hice".

La fiscalía consideró que el acusado estaba en condiciones de asumir la responsabilidad de sus actos y por eso pidió las tres décadas tras las rejas, lo que logró.