En su ley cayó muerto el jefe máximo de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), Guillermo León Sáenz Vargas, alias "Alfonso Cano".

El capo de la guerrilla izquierdista fue asesinado a manos del ejército colombiano, en medio de los combates y bombardeos que se produjeron en las montañas del suroeste del país.

Cano tenía 63 pirulos y fue abatido cuando intentaba romper el cerco de los militares para huir.

El finado fue encontrado afeitado, sin la espesa barba que lo caracterizaba y sin los gruesos lentes que usaba. Junto a Cano también pararon los bototos otros dos guerrilleros.

Para el gobierno colombiano, la muerte del número 1 de las Farc se convirtió "en el mayor golpe de la historia al grupo rebelde", declaró el presidente Juan Manuel Santos.

En el lugar donde cayó Cano se confiscaron computadores, memorias, celulares y dinero en efectivo.

La emboscada fue el resultado de una labor de inteligencia y seguimiento en la que aportaron información antiguos guerrilleros de las Farc que posiblemente recibirán una recompensa económica por parte del Gobierno.