Carlos Marx murió pobre y Darwin tenía pura plata

Uno cree que por el hecho de ser tremendamente famoso en todo el mundo, necesariamente el tipo tiene que haber muerto forrado en plata. Pero fíjese que no es así. Por lo menos en el caso del gurú del socialismo, Carlos Marx, quien apenas le dejó un par de monedas de herencia a su hija menor, Eleanor.
La desclasificación de su testamento, junto a los de varios otros próceres, resaltó que el autor del "Manifiesto Comunista" y que murió en Londres, en 1883, sólo dejó 250 libras.
Todo lo contrario del padre de la evolución, lo que plasmó en su obra "El origen de las especies", Charles Darwin, quien se fue al otro mundo con la caja fuerte llena. Su testamento certidica que dejó al fallecer, en 1882, unos 13 millones de libras actuales, es decir, algo así como 20,4 millones de dólares.
Parecida es la situación del célebre escritor british Charles Dickens, fallecido en 1870, el que legó a su herederos unos 7 millones de libras esterlinas (11 millones de billetes verdes).
Arthur Conan Doyle, creador de Sherlock Holmes, dejó de herencia al morir en 1931 una cifra cercana a los 4,7 millones de dólares.
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