La caída de una avioneta en el Congo, la tarde del 25 de agosto, fue esclarecida gracias al único sobreviviente del choque. Según su declaración, un cocodrilo escondido que escapó de un maleta dejó la escoba entre las azafatas y pasajeros. Tanto alboroto causó que los pilotos perdieron el control y capotaron, matando a 19 personas.

De acuerdo al relato del testigo, que fue dado a conocer esta semana, el reptil escapó de un bolso que llevaba un vendedor. Al escapar entre los asientos, el miedo de las azafatas lo estresó y se puso en posición de ataque.

"Uno de los pasajeros escondió el animal en una bolsa de deporte, desde la cual el reptil escapó en el momento en que el avión estaba bajando. Hasta las azafatas escaparon desesperadas a la cabina", contó el hombre.

El pánico de los presentes causó una estampida a la cabina, lo que desniveló la avioneta modelo Let 410 Turbolet y la hizo chocar contra una casa cerca al aeropuerto de Bandundu. El impacto mató a 19 de los 20 tripulantes.

Lo más extraño es que después del choque el reptil quedó vivo, pero no duró mucho. Algunos videos de los rescatistas mostraron que, entre los fierros retorcidos del avionazo, un pequeño colilargo se movía e intentaba escapar.

Los bomberos no la pensaron dos veces, agarraron un machete y acabaron la vida del pobre arcosaurio.

La investigación de la policía congoleña indicaba que la causa del accidente habría sido una fuga de combustible de la nave, pero las dudas se esclarecieron después de conocer el relato del sobreviviente.

La avioneta Let 410 estaba piloteada por el británico Chris Wilson (39) y por el belga Danny Philemotte (62).