Diferentes medios internacionales han dado eco del posible encuentro sexual oral entre Donald Trump y Bill Clinton que estaba en los documentos liberados del caso Epstein por el Congreso estadounidense.

El documento, de aproximadamente 23 mil páginas, cuenta con referencias a varias figuras prominentes, entre estas el presidente de la nación norteamericana, de este caso de tráfico sexual a gran escala, fueron más de mil víctimas.

Aunque pareciera broma, según consigna The Telegraph, uno de los correos electrónicos indica que el presidente ruso Vladímir Putin tendría una fotografía de Donald Trump haciéndole una felación a un tal “Bubba”. Todo esto por el intercambio de mensajes entre Jeffrey Epstein y su hermano Mark.

Ese apodo también se le conoce a Bill Clinton, una forma cariñosa que usan en el sur de Estados Unidos, pues el exmandatario es oriundo de Arkansas, tierra de la música country y Johnny Cash.

Esto generó varias suspicacias, pero fue el mismo Mark quien salió al paso para aclarar si esto es verdad, rechazando que el succionado fuera Bill, pero no negó el acto sexual efectuado por el “cabeza de pichi”.

¿Vladimir sabe cosas?

Las sospechas sobre un eventual vínculo entre Donald Trump y el Kremlin volvieron a tomar fuerza a partir de antiguos informes que apuntan a la posible existencia de material comprometedor en manos de Rusia, según consigna el medio británico.

Las acusaciones se remontan a 2017, cuando un dossier elaborado por Christopher Steele, exoficial de inteligencia británico, sostuvo que agentes rusos habrían recopilado kompromat sobre el entonces presidente estadounidense durante sus visitas a Moscú, material que podría ser utilizado como herramienta de presión.

El documento afirmaba que el gobierno ruso llevaba “al menos cinco años” trabajando para “cultivar, apoyar y asistir” a Trump, con el objetivo de generar fracturas al interior de la alianza occidental.

A esto se sumó, en 2021, una publicación de The Guardian que aseguró haber accedido a supuestos documentos filtrados del Kremlin, donde se señalaba que Vladímir Putin habría instruido a sus servicios de inteligencia a buscar mecanismos para favorecer al “inestable” candidato republicano en las elecciones de 2016, considerándolo un eventual triunfo estratégico para Moscú.

Los textos filtrados también aludirían a la existencia de antecedentes comprometedores relacionados con antiguas “visitas no oficiales” de Trump a Rusia, mencionando “ciertos eventos” ocurridos durante esos viajes que, según esas fuentes, estarían en poder del Kremlin.

Por otro lado, ese mismo documento de miles de páginas también hace alusión a que Trump pasó “horas” en la casa de Epstein con una de las víctimas y a otro pasaje donde se señala que “sabía de las chicas”.