Un total de 33 menores y 5 profesores se transportaban en embarcaciones hechas artesanalmente a través del lago Titicaca, en Puno, Perú, para dirigirse, con el consiguiente peligro, cada día a su colegio.

Eso hasta hace unos días, porque la Universidad San Ignacio de Loyola donó una moderna lancha a motor que le permitirá a alumnos y docentes trasladarse con rapidez y seguridad hasta su escuelita ubicada en la Isla Torani.

Habitualmente, estos niños cruzaban este tramo de 100 a 500 metros con barquitos hechos en totora y tinas de plástico, remando con sus manos para poder llegar de un lado a otro.

La donación se da luego que se diera a conocer los casos de Alfredo y Hugo, dos niños de 9 años que de lunes a viernes, a las 8 de la mañana, estaban listos para cruzar el complicado Titicaca, ubicado a 3.800 metros sobre el nivel del mar, con sólo 6 grados de temperatura.

La alcaldesa de los Uros, Rita Suaña, agradeció el donativo y dio un espacio para que los habitantes del lugar soltaran otras necesidades que tienen las escuelas para mejorar gradualmente su sistema de enseñanza, como la falta de computadores y un buen servicio de internet.