La peluquera estadounidense Apryl Michelle Brown (46) sufrió la amputación de sus brazos y piernas después de someterse a un implante de silicona en sus glúteos, que casi le costó la vida.

De acuerdo a su propio relato, la mujer desembolsó unos 100 dólares (49 mil pesos chilenos aproximadamente) en unas inyecciones que le harían crecer su trasero. Sin embargo, el doctor le chantó material industrial, lo que provocó la fatal infección.

"No me di cuenta de los peligros. Pensé que era una inyección inofensiva que me daría una cintura perfecta. Sin embargo, la realidad fue que esa silicona no era adecuada para los seres humanos, era industrial", explicó la acongojada mujer al diario británico The Sun.

Al darse cuenta de que los dolores se hacían intensos en su retaguardia, la mujer (madre de dos niñas)  fue trasladada a un centro de urgencia donde se detectó la mansaca.

"Me amputaron las nalgas, pero la gangrena se extendió rápidamente a mis manos y mis pies, y también tuvieron que amputármelos", sentenció la mujer, que ahora hace campañas sociales para crear conciencia entre las mujeres y las adicciones a las operaciones estéticas.