Dicen que el cabro más angurri de Chilito a lo más confundió la caspa del diablo con talco para pies o las cenizas de alguien, pero lo que pasa en Sudáfrica sobrepasa todo límite. Los voladitos de la última sede del mundial se cansaron de los cigarritos más suaves e inventaron una nueva adicción en base a marihuana, veneno para ratas y un conocido medicamento para el SIDA.

El país africano tiene una férrea lucha contra el Síndrome de Inmuno Deficiencia Adquirida (SIDA), por eso no es raro que exista gran cantidad de medicamento en manos de la población más pobre. Lo que las autoridades no pensaron fue que la misma medicina la usarían para pichicatearse.

Una enviada especial de la cadena Sky News comprobó cómo los grones fuman cigarritos de esta sustancia bautizada como "Whoonga". Lamentablemente son los jóvenes más desposeídos quienes han caído en esta costumbre.

"Si no fumo, sufro de dolores y no puedo dormir hasta que consiga más" dijo Jomo, de 31 años a la enviada especial de la cadena. "Robo a la gente para tener el dinero. No tengo trabajo y esto es todo lo que hago", confesó el cabro.

El tratamiento del SIDA en Sudáfrica sufre con esta costumbre de una seria amenaza. Lo más extraño del caso, eso sí, es que los médicos aseguran que el medicamento no provoca ningún efecto alucinógeno, ni siquiera cuando se fuma.