FLORIDA.- La sustancia conocida como "sales de baño" se perfila  el inicio del "Apocalipsis Zombie". Y no es talla, porque luego del impactante crimen de Rudy Eugene, morocho que se comió la cara de un indigente en Miami, ahora se destapó un nuevo caso de canibalismo, esta vez protagonizado por Charles Baker, amigo personal del primero.

Según publica la prensa, Baker había ido a visitar a sus hijos a la casa de su pareja, momento en que se desató el infierno. El hombrón comenzó a desnudarse y arrojar su ropa contra las paredes, a gritar sin que se le pudiera comprender lo que decía y a destruir lo que encontraba a su paso, sintomatología concordante con los consumidores de "ivory wave".

Jeffrey Blake, un hombre que estaba en la casa y que intentó detenerlo, perdió parte del brazo de un mordisco en el forcejeo. "Cuando los agentes llegaron, Blake liberó a Baker, quien se levantó y no acató las órdenes de los oficiales. Los encaró, tensó su cuerpo, apretó los puños y gritó", informaron las autoridades.

UN TORO

Para lograr reducir completamente a Baker, los agentes le aplicaron varias descargas eléctricas con pistolas taser y aún así se levantó y siguió golpeando. Posteriormente aplicaron nuevas descargas y tras largo rato finalmente fue sometido. Antes de encarcelarlo, decidieron llevarlo a un hospital psiquiátrico para evaluarlo, donde comprobaron que había consumido drogas.