Un grupo de trabajadores de la constru que se encontraba en una obra en la urbanización Casas Verdes, de Godella, España, llamaron aterrados al teléfono de emergencia tras ver a lo lejos un animal que identificaron como un tigre asesino.

La sicosis comenzó hace unos días después que varios agricultores de la zona levantaron la voz de alarma al detectar pisadas de un animal mamífero de grandes dimensiones. El número de emergencia movilizó a todos los cuerpos de seguridad: La Policía Local, la Policía Nacional e incluso la autónoma desplegaron un amplio dispositivo para intentar atrapar al feroz animal que "se paseaba" por Godella desde hacía varios días. Entre los agentes de los Cuerpos de Seguridad movilizados se encontraban además efectivos del Servicio de la Guardia Civil especializado en fieras asesinas.

Lo que en principio parecía ser un leopardo, después de detectar "grandes huellas" y que una mujer viera un animal de características similares, se convirtió en un tigre.

El alcalde de Godella, Salvador Soler, prefirió bajarle el perfil al asunto. "Está claro que no podemos dejar de atender los avisos que nos llegan, pero los vecinos hacen bromas con el asunto", reclamó.

Unos vecinos llegaron a pensar que podía ser que el tigre se hubiera escapado de un circo. Si se tomaban en serio el aviso, quizás era la opción más factible ya que no hay animales salvajes de este tipo habitando el sector.

Como el tigre es un animal peligroso, por si acaso los cuerpos de seguridad no escatimaron esfuerzos. Los agentes peinaron la zona del municipio en una ladera escarpada cerca del término municipal de Paterna, con el objetivo de encontrarlo.

Hace unos días, cuando se creyó ver a un leopardo, pidieron a los agricultores que se encontraban por la zona que abandonaran la huerta. Había que tomar precauciones y el desalojo era preciso para evitar males mayores.

Al final la búsqueda duró poco tiempo. Un agente de la policía vio justo en el lugar donde los trabajadores de la constru habían creído observar un tigre, a un gato de enormes dimensiones que era el causante del pánico colectivo.

"Si algún día escapa un león de verdad, nadie lo va a creer", criticó el choreado alcalde.