Como una señal de "acabo de mundo" tomaron los pobladores del caserío de La Sierra, noroeste colombiano, la torrencial "lluvia de sangre" que se dejó caer el jueves.

Todo empezó al mediodía cuando el agüita comenzó a tornarse rojiza en esa zona del departamento de Chocó. De inmediato el espanto fue generalizado y los pobladores intentaron sin éxito refugiarse bajo techo para que sus ropas no se tiñeran.

El sacerdote del lugar aseguró que una bacterióloga certificó que el líquido era sangre. La revelación fue hecha por el curita Jhony Milton Córdoba, párroco del pueblo, quien dijo a periodistas que recibió los testimonios de lugareños y calificó el hecho como una posible señal de Dios para que el hombre reconsidere su actuar.

"Me llamaron desde La Sierra para avisarnos que había llovido sangre", precisó Córdoba. Agregó que aunque no pudo trasladarse hasta la comunidad, se comunicó con habitantes del lugar que le confirmaron el hecho, y señalaron que luego de algunos minutos "la sangre volvió a convertirse en agua".

El cura afirmó que "se ven cosas inexplicables, por eso uno no puede aventurar a dar hipótesis".