No es hueveo. Perdón, leseo. Un estudio reciente reveló una serie de importantes beneficios asociados al pueblo chucheta, como una mayor tolerancia al dolor, mayor claridad en sus mensajes y emociones, además del uso de una parte distinta del cerebro que varios ya no usan.

Uno de los mayores precursores del lenguaje soez es por lejos el sicólogo Richard Stephens, autor del libraco "Oveja negra: los beneficios ocultos de ser malo", y quien sugiere que los mal portados pueden ser igual de bacanes que los niños bien.

Su estudio asegura que la mayor parte del lenguaje se ubicada en la corteza y áreas específicas del hemisferio izquierdo del cerebro, pero que las groserías podrían estar asociadas a una parte aún más vieja y rudimentaria que varios ya no usan.

"Las personas afásicas (afectadas por una pérdida o trastorno del habla) generalmente presentan daño en el hemisferio izquierdo y tienen dificultades para hablar. Pero hay muchos casos registrados de afásicos que pueden usar el lenguaje estereotípico de manera más fluida, es decir, pueden decir palabrotas de forma fluida", apuntó.

Otro punto importante de la investigación del doc Stephens detalla que los chuchetas tienen la capacidad de comunicarse más efectivamente, ya que al decir groserías expresan más claramente emociones como felicidad, rabia o enojo, y que además pueden ser infinitamente más persuasivos con sus interlocutores.

Finalmente, el sicólogo sapeó que los chuchetas cuentan con una mayor tolerancia al dolor, luego de realizar un estudio en que un grupo de estudiantes metía la mano en un cubo de agua helada con y sin decir groserías. ¿El resultado? Los que hicieron la prueba métale chuchadas aguantaron más tiempo, lo que denota una mayor tolerancia al dolor.

"Además de haber un cambio en la tolerancia al dolor, también se registró un incremento en el ritmo cardiaco de los participantes. Cuando dices groserías se eleva tu ritmo cardiaco, lo que sugiere una respuesta emocional a las palabrotas en sí. Esta es la respuesta de luchar o huir, y funciona como un analgésico", chuteó el matasanos.