Suena increíble, pero Google (el popular buscador de la web), está enfrascado en una verdadera guerra contra el gobierno chino, todo por sus políticas restrictivas para el uso de internet.

Todo empezó el martes, cuando los caperuzos de Google anunciaron que cerrarían sus oficinas en China si es que no se liberaban las prohibiciones a ciertos contenidos que los chinitos no podían ver cuando "gugleaban".

Además, según ellos, habrían detectado un intento por hackear desde China las bases de datos de la empresa para encontrar información confidencial sobre activistas contrarios al gobierno.

Los chinos, lejos de amilanarse, le contestaron fuerte y claro a los cabros del popular buscador: "China da la bienvenida a las empresas internacionales de internet, siempre y cuando conduzcan sus negocios de acuerdo a las leyes chinas", dijo Jiang You, vocera del ministerio de Relaciones  Exteriores chino.

En Hong Kong, cientos de fanáticos de Google llegaron hasta las oficinas para depositar flores y mostrar su apoyo, que más allá del buscador, pretende dar libertad a los internautas.