El gringo Joseph Oberhansley, de 33 años, está entero pitiado, después de purgar cana por matar a una polola en 1996, salió libre, se buscó otra, volvió al chucho, ella lo pateó, salió de nuevo y completó el círculo: entró a la fuerza a la casa de Tammy Jo Blanton, de 46 años, en Jeffersonville, Indiana, la mató y después, a lo Hannibal Lecter, comió varios de sus órganos, incluyendo su corazón, sus pulmones y parte del cerebro.

Joseph ahora está preso y aunque admitió a los polis haber matado, faenado e ingerido a Tammy, ante un juez cambió su versión y dijo no acordarse de nada. En una de esas la saca por recontra loco.