Pareja estaba en una relación desde hace 10 años y tenían tres hijos en común.
El cuerpo de una mujer atado en las rejas de una escuela. La estremecedora escena remeció esta semana a la comunidad de “Miguel de Azcuénaga”, recinto educativo ubicado localidad tucumana de Los Nogales, en Argentina.
Como suele suceder en estos casos, la policía centró sus sospechas en la pareja de la víctima. De hecho, las autoridades no tardaron en identificarlo y acorralarlo. Algo podía saber. Y lo sabía... porque se quebró y confesó todo.
De un “suicidio” al vuelco
Todo comenzó luego de la llamada de un vecino al 911 alertó sobre una mujer que se habría quitado la vida en la puerta de una escuela de esa localidad. Sin embargo, cuando llegaron los investigadores, dieron cuenta que por la posición en la que se encontraba el cuerpo sólo cabía una posibilidad: había intervención de terceros.
Según informó el Ministerio Público transandino, la víctima fue identificada como Juliana Elena Espinoza, una mujer de 42 años. Al dirigirse a su hogar, la policía advirtió que un hombre intentaba escapar a bordo de una moto con una bolsa que tenía ropa en su interior. Lo detuvieron en el acto.
Primero, el sospechoso se contradijo en sus dichos. Luego, confesó el homicidio.
La confesión
Según informó el diario La Gaceta, el hombre reveló que estaban bebiendo alcohol en las cercanías del establecimiento educativo y comenzaron a discutir por una presunta infidelidad. Seguido a esto, la ahorcó hasta quitarle la vida.
De acuerdo a su relato, tomó un elástico de su pantalón, lo ató en el cuello de la mujer y la colgó de la reja de la escuela para que parezca que la víctima se había quitado la vida.
En diálogo con la prensa argentina, el comisario Gustavo Beltrán destacó que “la eficacia de la comisaria fue inmediata, una vez que tomaron conocimiento, fueron hasta el domicilio de la víctima y dieron con el masculino que huía en una moto. Se estaba dando a la fuga con un bolso con ropa. Cuando lo entrevistan, dice que era el marido y que habían tenido una discusión”.
“Esa declaración no le cerraba a los efectivos. Lo condujeron hasta la dependencia y una vez que llegó hasta la oficina del jefe, se quebró y reconoció que él había ahorcado con un elástico a la mujer. Son vecinos de la zona”, añadió.
Además, el comisario admitió que la pareja estaba en una relación desde hace 10 años con tres hijos y que no hay registro de una denuncia por violencia de género previa. “Los mismos familiares manifestaron que tenían alguna conflictividad dentro del hogar, pero la policía no tomo conocimiento porque no hubo denuncia”, comentó.
