Ingrid y sus hijos lucharán por la liberación de los otros rehenes

Fueron más de seis años. En realidad, fueron justo 2.321 los días que Ingrid Betancourt estuvo en poder de las FARC.
Pero desde ayer su pesadilla comenzó a convertirse en un amargo recuerdo, sobre todo luego de que se reunió, abrazó y besó una y otra vez a sus hijos Mélanie y Lorenzo, quienes viajaron a Bogotá desde París en un avión que puso a su disposición el mismísimo Presidente Nicolás Sarkozy.
"Después de siete años de no verlos, el nirvana, el paraíso, eso debe ser algo muy parecido a lo que estoy sintiendo en este momento", dijo toda emocionada Ingrid tras reencontrarse con sus retoños.
"Le doy gracias a Dios por este momento tan bello. Éstos son mis niñitos, éstos son mi orgullo, mi razón de vivir, mi luz, mi luna, mis estrellas; por ellos seguí con ganas de salir de esa selva, por volvernos a ver", añadió.
Reconoció, no obstante, que "esta libertad me llega de golpe y todavía estoy bajo la anestesia del shock".
Mélanie y Lorenzo tampoco pudieron controlar su emoción. Con lágrimas en los ojos, no dejaron de abrazar y besar a su madre.
"Es difícil creérselo, estamos muy emocionados", dijo con voz entrecortada la hija, mientras el cabro se encargó de recalcar que "hemos ganado un combate por la libertad".
SU FUTURO
Como era natural, muchos fueron los que le consultaron respecto de su futuro, pero salvo reiterar su compromiso de luchar para que todos los rehenes en poder de las FARC sean liberados, dijo que no tiene nada claro.
"No sé qué haré en el futuro. Me había programado para (estar) cuatro años más en la selva", precisó.
En cuanto a si se quedará a vivir en Colombia, solamente respondió con un "quizás".
Pese a la dura experiencia, Betancourt aseveró que, pese a que lamentará toda su vida lo que vivió, si se volviera a enfrentar a una situación que pusiera a prueba sus principios, repetiría la decisión que la llevó a la selva en febrero de 2002, cuando fue secuestrada.
a parís. Ingrid, sus hijos y su madre, Yolanda Pulencio, tenían previsto abordar anoche un avión con detino a París.
Allí, la mujer que se convirtió en el símbolo de todos los secuestrados de Colombia y el resto del mundo, sostendrá una reunión con Sarkozy, a quien agradecerá las intensas gestiones que ralizó para conseguir su liberación.
Ayer Ingrid confidenció que pretende permanecer por "un corto tiempo" en Francia, donde piensa dedicarse exclusivamente a disfrutar con los suyos.
"Quiero estar sola con mis hijos, estar en familia, en la felicidad misma", detalló.
COMPROMISO
Pero más allá de las dudas respecto de cuánto tiempo estará fuera de Colombia, la ex rehén de las FARC reiteró su compromiso de lograr la libertad de todos los secuestrados, aunque admitió que, al menos por ahora, "no sé cómo hacerlo".
Pero también pretende que su lucha se extienda por todo el mundo para terminar con esos dramas.
SERÁ RECIBIDA POR PRESIDENTE NICOLÁS SARKOZY
Acompañada de sus dos hijos, su esposo y su ex marido, Ingrid Betancourt viajó anoche a París, donde será recibida hoy por el Presidente francés, Nicolás Sarkozy.
La ex rehén de las FARC, de nacionalidad franco-colombiana, partió en el mismo avión que dispuso la presidencia de Francia para trasladar a Bogotá a sus hijos Mélanie y Lorenzo.
En el aparato, que llegará cerca de este mediodía a París, viajaron también el canciller francés, Bernard Kouchner; la mami de Ingrid, Yolanda Pulecio; su hermana Astrid; su esposo Juan Carlos Lecompte, y su ex marido Fabrice Delloye, padre de sus dos hijos, quienes viven en Europa.
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