Un niño de ocho años se casó con una mujer de 61 años, porque el fantasma de su antepasado muerto se lo pidió. Así es, el muchacho llamado Salene, aseguró que por esta razón debía casarse, y su familia, temiendo las represalias del "más allá", accedieron a la petición.

Para ello tuvieron que pagar 580 euros a la novia, unos $356.833 chilenos, y mil cien euros más para la celebración, unos $676.752 piticlines, en total se gastaron más de un palito. Todo esto lo organizaron en tan solo dos meses, según sapeó el portal ABC.

El chicoco y su novia no firmaron el certificado matrimonial y no tienen que vivir juntos. Ambos han vuelto a su vida normal. El chiquillo aseguró que tras esta boda espera que pasen unos cuantos años y encontrar a la novia adecuada y de su misma edad para casarse de nuevo.

En cuanto a la novia, Helen, de 61 años y casada, tiene cinco hijos. También mostró su felicidad por esta boda. Ella trabaja en un centro de reciclaje junto a la madre de Sanele.