¿A quién le apuntaría a usted, al que mete la mansa chiva o al que se la traga entera y compra de una, por muy mula que sea?

Es lo que mucha gente se pregunta al conocer la historia de la gringa Jennifer Stweart y su marido, Rick Jhonson, un soldado asignado a las tropas en Irak.

Mientras el milico Jhonson se encontraba combatiendo a seguidores de Saddam Hussein, la comadre quedó sorpresivamente embarazada. La excusa de doña Jennifer provocó un ataque de risa desde Los Angeles a Nueva York: Quedó encinta tras ver una película porno en 3D y no por una infidelidad como los malpensados aseguraban.

Pa' más remate, la guagua le salió negrita, con pelito ensortijado, al mejor estilo de Tiger Woods. Pero ella insiste que no fue ningún brother del califa golfista el que le hizo la gracia, sino que la salpicó el filme porno que ella sapeó en ausencia del soldado Jhonson.

Los que esperaban que el militar volviera de Irak con la bayoneta calada para salvar su honor se quedaron con los crespos hechos.

Lo primero que hizo Jhonson fue asegurar que le creía a pie juntillas a su pierna, por mucho que el niño sea negrito y no blancucho como ambos.

"Las películas en 3D son tan reales. Con la tecnología de la actualidad todo es posible", voceó el uniformado.

Pero, a pesar de lo que opina su marido, Jennifer no está tan segura de que las cosas no tengan un mal final. "Aunque mi esposo me cree, mi matrimonio puede estar en peligro. Él sabe que soy fiel. Un mes después de ver la película comencé a sentir mareos y los resultados fueron positivos".