Mientras los gobiernos de las principales potencias del mundo dan un paso atrás a una intervención en el conflicto de Libia, su líder, Mummar Al Khaddafi, acusó que el culpable de la revuelta en su país sería el grupo terrorista Al Qaeda.

En un contacto telefónico con un programa de entrevistas de la televisión estatal, el presidente de 68 años aseguró que las personas que se enfrentan a los soldados del régimen son "soldados reclutados por Bin Laden", afirmó.

Khaddafi también indicó que "ahora que el flujo de petróleo se detendrá, quiero saber cómo Bin Laden va a mantener a sus familias", haciendo una amenaza a los países importadores de hidrocarburos libios.

Antes de finalizar el contacto, el dictador acusó a los manifestantes de ser adictos a las drogas. "Controlen a sus hijos, manténganlos en casa. Estos jóvenes tienen ametralladoras y se sienten alegres de tenerlas, especialmente cuando están drogados", lanzó, al tiempo que advirtió que no puede renunciar a ningún cargo, porque técnicamente no pertenece a la cúpula del poder.

"Yo desde 1977 no tengo poder, no tengo autoridad, no tengo a qué renunciar, sólo soy un líder moral", avisó.

Por otro lado, los grupos que luchan por la salida del dictador tomaron el control de las ciudades de Tobruk, Derna y Benghazi, y están a pocos kilómetros de Trípoli, donde estaría Khaddafi.

Pese a todas las imágenes del enfrentamiento y la confirmación de los ataques aéreos por parte del Ejército contra civiles, Seif al Khaddafi, hijo del líder, señaló que su país está en total orden.

"¿Dónde están los bombardeos, dónde está el asesinato de centenares o miles?", contó, según EFE.

En un comunicado, el gobierno indicó que ningún periodista internacional puede pasar la frontera a cubrir el conflicto y el que lo haga será considerado como un seguidor de Al Qaeda.

Por otro litro, el gobierno suizo indicó que congelará todas las cuentas corrientes del líder libio y de su familia por un período de tres años, para evitar desvíos de platas pertenecientes al pueblo.