Tras su elección en el Vaticano, comenzaron a reflotar algunas denuncias por las acciones que el nuevo sumo pontífice habría emprendido en relación a casos de abusos cometidos por sacerdotes. Sin embargo, un investigador sostiene que fueron un invento “para desprestigiarlo”.
La elección del cardenal Robert Prevost como el Papa León XIV ha sido celebrada por miles de fieles alrededor del mundo.
Pero en redes sociales, el entusiasmo convive con una fuerte oleada de recordatorios sobre su rol en un caso de abusos sexuales en Perú.
Prevost, quien en el pasado fue obispo de Chiclayo en Perú, fue acusado de archivar en 2022 denuncias por abuso sexual infantil, pese a que el sacerdote acusado reconoció los hechos. Tres mujeres, que fueron abusadas durante su niñez, señalan que él nuevo Papa conocía los casos y no actuó.
Tal y como indicó el portal Infobae en 2024, Ana María Quispe denunció que fue agredida a los 9 años por un sacerdote en una casa parroquial. También afirmó que el agresor la besó y abrazó mientras ella estaba paralizada por el miedo. Todo lo anterior lo difundió a través de redes sociales, generando múltiples críticas contra el actuar de la Iglesia. Otra sobreviviente contó que a los 11 años fue tocada por el mismo sacerdote durante la madrugada tras ser invitada a una misión.
De ese modo, ambas señalaron que, a pesar de haber expuesto los abusos al entonces obispo Prevost, el sacerdote que cometió los abusos solo fue trasladado.
Aunque las acciones legales que impulsaron no prosperaron, otras voces califican las denuncias de encubrimiento contra Prevost como falsas, asegurando que no ha indicios que vinculen a León XIV con los mencionados encubrimientos.
“No hay sustento documental, ni testimonios sólidos que apunten a él en esa dirección”, afirmó el periodista Pedro Salinas, especialista en las denuncias de abusos relacionados a la Iglesia en Perú, en conversación con Religión Digital.
“Las denuncias contra Prevost surgieron de las canteras del Sodalicio, con el propósito de desacreditarlo, desprestigiarlo y deslegitimarlo ante la opinión pública como consecuencia de las cosas que ya comenzaban a pasar en el caso Sodalicio”, agregó Salinas.
En lo anterior apunta a un bullado caso relacionado a la sociedad de vida apostólica formada por fieles laicos y sacerdotes que estuvo marcado por las denuncias de abuso sexual y psicológico. El libro co-escrito por Salinas, “Mitad monjes, mitad soldados”, abordó precisamente esa polémica tras una investigación de cinco años.
Pero solo cabe agregar que la controversia en torno al nuevo Papa no solo remite a los casos ocurridos en Perú.
La organización Survivors Network of those Abused by Priests (Red de sobrevivientes de abusos cometidos por sacerdotes) formalizó en abril pasado una denuncia ante el Vaticano acusando a Prevost de ignorar o encubrir las denuncias en contra de sacerdotes abusadores en Estados Unidos, durante su tiempo trabajando en Chicago.
