El año anterior, un espeluznante caso de canibalismo que involucró a un pedófilo de 22 y a una niña de tan solo 12 años remeció a la prensa rusa.

La menor, identificada como Valeria, se había fugado con Arkady Zverev, quien aparentemente la persuadió y manipuló para que se convirtiera en su compañera de crímenes.

Zverev murió bajo custodia a principios de este año antes de su juicio por homicidio, canibalismo y violación de menores tras cometer suicidio en prisión.

Ambos estaban acusados de haber asesinado y devorado a Alexander Popovich, de 21 años.

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Zverev había sido acusado de asesinato y se esperaba que fuera acusado de violación de un menor después de que le contara a la policía cómo había matado a un hombre y se lo había comido junto con su 'novia' de 12 años.[/caption]

Pero al final, Valeria se libró de la responsabilidad penal por no haber cometido directamente en el asesinato. Aunque admitió que canibalizó el cuerpo de la víctima y juró, orgullosa, que también abrió su abdomen con un cuchillo.

Fuentes de la policía afirman que ella usó una sartén para cocinar y comer el corazón del hombre sacrificado, diciéndoles que el sabor era "demasiado dulce", mientras que "los cerebros resultaron ser mucho más sabrosos y muy dulces".

Declaraciones que luego ella repitió ante otros niños en el orfanato al que fue enviada y la escuela estatal en la región de Krasnodar, desatando la furia entre los padres, quienes exigen su inmediata expulsión.

"Nadie habría conocido su identidad, sino fuera por el hecho de que después de un mes en esta escuela con nuestros hijos, ella comenzó a contarles los detalles de lo que pasó", declaró un padre, según indican medios rusos.

"Mi hijo tiene miedo de ir a la escuela después de hablar con esta niña", declaró otra madre, según recoge el medio Daily Mail.

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