TRÍPOLI.- Con el agua hasta el cuello y con gran parte la comunidad internacional pidiendo la banderita blanca, Muamar al Gaddafi vive lo que aparentemente serían sus últimas horas como mandamás libio, esto debido a que las fuerzas rebeldes ya controlan el 95% de la ciudad, un dí­a después que ingresaron al centro de Trí­poli.

En este sentido, los lí­deres de varias capitales europeas pidieron al mandatario libio evitar un baño de sangre de su propio pueblo y entregarse a la Corte Penal Internacional. El ministro de Relaciones Exteriores tano, Franco Frattini, manifestó que "el único camino que Gaddafi debe tomar es la rendición". "Si Gaddafi continúa instigando a una guerra civil, sólo él será responsable por el dramático baño de sangre que todos tratamos de evitar", remachó.

NO VIRARÁN

Por su litro, la OTAN aseguró que mantendrá su misión en Libia y continuará con los vuelos de vigilancia y de ataque hasta que todas las fuerzas leales al régimen de Muamar al Gaddafi se hayan rendido. "Seguiremos con las patrullas aéreas hasta que todas las fuerzas pro-Gaddafi se rindan", afirmó un alto mando militar a la agencia EFE.