Quizás por haber sido curita, el presi de Paraguay, Guillermo Fernando Lugo, no conoce lo que es un condón. Nunca los vio en un comercial de la tele, porque se tapaba la cara a dos manos. A tanto llega su desconocimiento del tema anticonceptivo, que ya se le cuelgan nada más que 17 posibles retoños repartidos por todo el país.

Tres madres han reclamado la paternidad del presi, además de exigirle que se ponga con el apellido y varios pares de billetes para solventar pañales, colados, matrículas y otros cachos propios de la paternidad responsable.

Hasta ahora sólo Viviana Carrillo, que en el momento de la concepción tenía 16 años, logró que Lugo, por ese entonces obispo de San Pedro, le diera el apellido a su cabro, bautizado como Guillermo Fernando Junior.

Otra de las mujeres, Damiana Morán, sólo quería que se supiera la posta: "Como hombre es un fenómeno", afirmó, agregando que no quiere ni una luca.

La oposición afirma que el temita está recién comenzando y que las investigaciones apuntan a que Lugo tendría varios críos por compensar. Tal ha sido el escándalo, que ya tiene una cumbia en su honor: "Lugaucho tiene corazón, pero no usó el condón", versa el hit de "Los Ángeles".