Con los ojales así de abiertos y con escenas grabadas a fuego, en la memoria y los celus, quedaron los adolescentes gringos de la secundaria Alexander Hamilton, de Los Angeles, California, cuando vieron llegar a su campus a una tropa de diosas escazas de ropita, además de equipos de filmación, técnicos y demases.

Según el reporteo de los periodistad de NBC4, se trataba de la grabación de una película porno.

Algunos docentes amenazaron con echarlos a la calle a patadas, pero los cabros de la producción sacaron un contrato firmado por la dirección del colegio, donde por dinero estaban autorizados a estelarizar un cacheteo. Se trataba del filme “Revenge of the petites”, donde unas cabras se cacheteaban en las salas y después limpiaban y lavaban autos “apotope”.

Los productores demandaron por incumplimiento de contrato a la escuela y el centro educacional contestó con una contrademanda porque sostienen que se firmó el contrato y no especificó qué tipo de película se rodaría.

Además, los encargados de la escuela pedirán que se borren las escenas filmadas en el colegio.

En un comunicado que hicieron público, el superintendente Ramón C. Cortines afirmó: “Es importante que nos aseguremos que la enseñanza y el aprendizaje no sean interrumpidas, y que todas las actividades cinematográficas sean apropiadas para nuestros alumnos”.