La chiquilla Melissa Murphy, reconocida maquilladora de la industria pornográfica, se hizo famosa no por gastarse todos los afeites amononándole el niño a Motumbo, sino, que por publicar  en su cuenta de Instagram las fotelis del antes y el después de las actrices porno a las que estucaba.

Al parecer muchos miembros de la industria del cine para califas quedaron con los ojitos blancos de pura rabia por esta exposición en la red social y le hicieron la vida imposible a Melissa, quien al final acabó sin pega.

Según soltó la maquilladora en una entrevista con el medio Tech Insider, las actrices a las que maquillaba realizaron una protesta con ropa y la acusaron de vender la historia a medios de comunicación de todo el mundo.

Debido a esto, las lolitas buenas pa’l meta y ponga y fanáticas del yogurt natural, tomaron la decisión de no permitir que siguieran entrando fotógrafos a sus camarines mientras le aplicaban los polvitos y el lápiz labial artificial antes de salir a escena.

Ahora Melissa Murphy se gana los porotos fotografiando animales salvajes en época de celo en la India, alejada del olor a profilácticos y de las actrices que alguna vez fueron sus amigas.