Cerca de 950 personas resultaron heridas tras la caída de un meteorito en la región rusa de Cheliábinsk, según las últimas informaciones entregadas por el ministerio de Situaciones de Emergencia de Rusia. "Requirieron atención médica unas 950 personas", informó dicho organismo.

Los fragmentos del meteorito también dejaron la escoba en al menos seis ciudades de los alrededores del punto donde cayó el cuerpo astral sobre las 09.20 hora local. "La policía realiza un seguimiento e inspección de los núcleos de población para determinar nuevos lugares afectados por la caída", aseguran las autoridades.

INFIERNO

La caída del cuerpo celeste fue acompañada de fuertes explosiones y en un primer momento los testigos creyeron que había estallado un avión en vuelo. El panorama era para ponerse a rezar, aseguran.

"Era una meteorito bastante grande, puede que de varias decenas de metros de longitud. (...) Los cuerpos de menos de 50 metros se desintegran casi siempre en la atmósfera, y si no se queman en su totalidad, a la Tierra llegan pequeños fragmentos", detalló Nikolái Zheleznov, experto del Instituto de Astronomía Aplicada.

Los científicos aseguran que se trataba de una roca con "una masa de varias decenas de toneladas, seguramente, ya que se pudo ver con claridad en el cielo" y que "no ha sido una lluvia de meteoritos, sino un meteorito que se desintegró en las capas bajas de la atmósfera".

Como si no fuera suficiente, la onda expansiva provocada por la caída del cuerpo celeste hizo saltar los cristales "en algunas viviendas de la región".