De negro a negro oscuro pasó la salud de Tracey McLaughlin, una mujer británica de 51 años, que se puso un bypass gástrico para bajar de peso y ahora no sabe qué hacer para ganar un par de rollitos.

La vida de está fémina era recomplicada antes de que la operaran, los 120 kilos que la acompañaban hace un par de años le impedían llevar una vida normal y su única posibilidad para desplazarse era una silla de ruedas.

El problema es que el remedio resultó peor que la enfermedad, pues tras la intervención quirúrgica sufrió una baja de peso vertiginosa que hoy la tiene apenas en 31 kilos y sigue bajando.

La pobre mujer se ve demacrada, su vida peligra y no sabe qué diantres hacer. Hasta ahora ha cumplido al pie de la letra las indicaciones de sus doctores, come kilos de calorías y el cuerpo no pesca, contó Daily Mail.

El diario Daily Mail publicó una entrevista con la mujer donde explica que está desesperada y muy asustada porque sabe que su problema podría tener un fatal desenlace.