Una abrupta partida desde Israel debió realizar ayer el Presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, luego de que un soldado judío se suicidara en el aeropuerto de Tel Aviv, justito cuando se llevaba a cabo la ceremonia de despedida al Mandatario galo.

Y es que apenas oyeron el tiro los encargados de la seguridad de Sarkozy y su esposa, Carla Bruni, los subieron de una al avión por el temor de que se tratara de un atentado.

La prensa que fue a la terminal aérea así como el propio Presidente franchute fueron testigos privilegiados de cómo un guardaespaldas   ayudaba a la Primera Dama gala a abordar la nave con un leve empujoncito en su tambembe.

En el intertanto, la guardia de seguridad del Primer Ministro israelí, Ehud Olmert, hizo una muralla humana alrededor de Sarkozy y lo llevaron a su automóvil blindado.

Transcurridos algunos minutos, el vocero policial Micky Rosenfeld aseguró que "de ninguna manera fue intento de asesinato".

A continuación precisó que lo ocurrido fue el suicidio de un policía asignado a la terminal aérea Ben Gurión, el que habría utilizado su arma de servicio.

VISITA

Durante sus tres días de visita oficial a Israel, Nicolás Sarkozy se ofreció una y otra vez como posible mediador para alcanzar una paz estable entre Israel y los palestinos.

"Para que ustedes sean capaces de hacer la paz, tiene que haber una tercera parte que venga y les diga honestamente: Los ayudaremos porque tenemos amigos en ambas partes", planteó el Mandatario galo ayer en la mañana, durante un encuentro con empresarios judíos.

"Francia y Europa quieren involucrarse en el proceso de paz", culminó.