Con el pasaje de avión en la mano y rumbo al aeropuerto de Cuernavaca, cayó el menor Édgar Jiménez Lugo (14), conocido como "El Ponchis" acusado por la policía y el Ejército de haber matado a más de 300 personas por la vía del degollamiento, la decapitación y el fusilamiento, entre otras horribles formas de muerte, para uno de los narcos más importantes de México.

Según la información entregada por el ejército cuate, el diabólico nene tenía planeado ir a San Diego, en California, donde vive su madre. Durante su interrogatorio, Jiménez, que debe su mote al gusto por la música tecno o " punchi punchi", aseguró que partió el camino de los sicarios a los 12 años para el Cartel de los hermanos Beltrán Leyva, que también trabajan con el grupo de "Los Zetas".

En aquella oportunidad le habrían obligado a ingresar al grupo de mini asesinos "Si no trabajas con nosotros te vamos a matar", le dijo un tal "Negro". Desde entonces le pagaban hasta dos mil 500 dólares por cabeza.

"El Negro me drogaba con mota y yo no sabía lo que hacía. Si salgo en libertad me voy a ir por la derecha. Trabajaré de lo que sea, menos de eso", reveló el sitio web "Blog del narco".

"El Ponchis" pertenecía a la banda CPS, un piño de cabros entre 12 y 18 años. Su hermana se encargaba de trasladar a los muertos y botarlos en la carretera.