La buena onda de unos voluntarios chinitos les dio la posibilidad a los no videntes de asistir por primera vez al cine.

Esto, porque los compadres y comadres se la juegan para narrarles a los asistentes lo que está pasando en la pantalla en tiempo real.

Antes de ello, les dan una introducción sobre la temática de la peli.

La iniciativa nació por parte de las autoridades de un centro comunitario de Nantong, en la provincia de Jiangsu, quienes cacharon que podían entregarles a estas personas la experiencia de asistir a la proyección.

Lo mejor fue que la idea prendió altiro y ahora cada vez que se estrena un filme, el centro se llena de personas que esperan ansiosas "ver" la película.