El ataque de las fuerzas de la OTAN a Libia fue uno de los temas que no pudo quedar ausente en la visita de Obama. El principal cuestionamiento de la prensa extranjera sobre esta materia fue por el rol que jugaría EEUU en las acciones militares.

De partida Obama justificó la acción internacional concertada por las amenazas de Muammar Gaddafi sobre los rebeldes. "Es muy fácil tener nuestras acciones militares y hacerlas cuadrar con nuestras políticas. Apoyamos el mandato del consejo de seguridad sustentada en la amenaza de Gaddafi contra su propio pueblo", dijo en el terruño.

Sobre la permanencia de Gaddafi en el poder Obama fue clarito como el agua: "La política de los Estados Unidos es que Gaddafi tiene que irse". Más fuerte aún fue cuando habló de plazos: "Quiero recalcar que esta transición será dentro de días y no dentro de semanas", mencionó dando a entender que será "la OTAN la que participará coordinando".

Sobre la definitiva destitución del lider Libio del poder no estableció parámetros propios. "La situación evoluciona. Cuan rápido sea la transferencia será recomendada por los jefes militares. Nuestro trabajo inicial es eliminar las defensas aéreas libias" remató.