Hasta ayer, ni aunque fueran hechiceros los alopécicos podían hacer crecer cabellos en sus yermas calacas. A lo más, algunos se aplicaban grasa de carreta o hacían crecer pelito de oro en sus palmas de tanto acariciarse o abofetearse la bola de billar para que los pampanitos se transformaran en una vigorosa melena.

Sí, hasta ayer, porque científicos investigadores de la Universidad de Yale han conseguido que el joven de 25 años de nombre Kyle Rhodes deje de ser calvo gracias a un fármaco llamado Xeljanz, nombre comercial para el citrato de tofacitinib.

El remedio -que fue aprobado en 2012 por la Agencia Americana del Medicamento (FAD) para el tratamiento de la artritis- le fue aplicado a un paciente de 25 años, diagnosticado con alopecia universal y psoriasis, que al cabo de ocho meses volvió a tener vello en  su cabeza, cejas, pestañas y axilas.

El estudio del caso fue publicado en la revista Journal of Investigative Dermatology  y recoge la evolución paso a paso. 

Después de dos meses a base de 10 mg diarios de Xeljanz, el paciente empezó a mostrar una ligera mejoría en su psoriasis mientras empezaba a nacerle el pelo tras 7 años pelón.

Tres meses después, con 15 mg al día, el joven tenía pelo en la cabeza, en las cejas, en las pestañas y en las axilas. Incluso le había nacido barba.

"A los ocho meses el paciente había recuperado prácticamente todo el cabello", dijo Brittany G.  Craiglow, coautora del estudio.

Ahora, deben ajustar el Xeljanz y echar a andar la máquina registradora.