La millonaria suiza Jocelyn Wildenstein (62) quedó tan fea después de 30 cirugías plásticas que es difícil verla en actividades públicas, por eso cuando un paparazzo le tomó la última foto quedó la grande: La pobre veterana está más horrible que nunca. ¡Se pasó!

La seguidilla de intervenciones al caracho comenzó cuando su marido le pegó una PLR. Jocelyn en su desesperación por recuperar el amor del tipo no midió las consecuencias y se entregó a manos de la ciencia para que en una operación le dejaran el rostro parecido a un gato. Creía que era la única forma de reconquistar a su pierna peluda; un loco por los cuchitos.

Todo esfuerzo fue en vano porque a pesar que logró volver un tiempo con su ex, luego de un par de meses el compadre la dejó por segunda vez. Dolida en su orgullo la desdichada tomó la determinación de convertirse en la "Mujer gato".

Jocelyn puso todos sus esfuerzos en encontrar a un cirujano que aceptara realizar tamaña carnicería, hasta que finalmente dio con uno que cumplió su objetivo. Lo cuático es que ahora (fea, muy fea) reconquistó a su marido.

La forma que tomó su caracho la hizo famosa, y ella prefirió fondearse para no ser el centro de miradas morbosas, hasta que un fotógrafo del "Daily Mail" la cachó almorzando con un amigo con el rostro convertido en una máscara de terror.

La mujer gato está completamente irreconocible, tan hinchada y desfigurada que deja como una guagua de pecho a su colega en la afición por las cirugías, Michael Jackson.

La foto fue difundida por internet y causó horror entre todos los habitantes del universo que vieron frente a sus ojos cómo una mujer atractiva y normal se transformó en un monstruo. Todo por amor.