Un ciudadano español, oriundo de Pontevedra, vivió el chascarro de su vida, luego que a través de internet se comprara un aparato para agrandar la guarifaifa.

Todo iba impeque hasta que le llegó su paquetito. Resulta que en vez de recibir un moderno sistema de estiramiento que prometía dejarlo más dotado que el "Negro Mafla", se encontró que le mandaron una lupa.

Los hechos ocurrieron el 6 de enero, día de Reyes, y según trascendió, una vez dentro de la sede policial, donde iba a interponer una denuncia por estafa, se desistió. Y la razón es simple, técnicamente no se puede hablar de estafa, porque una lupa lo que efectivamente hace es agrandar.