¿Quién dijo que volverse madurita es malo? ¡Es bacán! Sobre todo cuando la gravedad todavía no hace efecto. Pero, parece que los british no están de acuerdo. Una de sus evas patalea a los cuatro vientos que la discriminan sólo por tener 28 pepitas...

Lisa Woodman relata amargada a The Sun que le pegaron la PLR en todos los locales de Worcester por usar escotes al borde del botón de pánico, faldas microbianas y botas hasta la rodilla.

La explicación que le dieron los gorilas, que dan las bienvenidas en los recintos nocturnos, es que era demasiado vieja para usar ese tipo de ropa. Para más remate, alega la rucia, ella parece monjita al lado de otras cabras que tienen menos años en esos mismos lugares.

La toffee, que mide 1.65 y tiene cuatro peques, está enyegüecida con tanta mala onda, pues ella lo único que quiere es lucir el cutis que Diosito le dio.

Ahora, en honor a la verdad, las malas lenguas dicen que esta chiquilla podría estar confundida y los 28 años corresponden a sus años viviendo en la actual ciudad.