El príncipe Eduardo, hijo menor de la reina Isabel II, se libró de ser procesado por golpear a su perro, soltó la prensa british.

El miembro de la "nobleza" suscitó la ira de los defensores de los animales en el Reino Unido cuando la prensa publicó en diciembre pasado unas fotos en las que supuestamente aparecía golpeando a su labrador negro durante una cacería.

La Real Sociedad para la Prevención de la Crueldad con los Animales (RSPCA, en sus siglas en inglés) informó de que, tras investigar los hechos, se llegó a la conclusión de que no existen pruebas suficientes para acusar al príncipe.

Las fotografías motivaron numerosas quejas de los grupos defensores de los animales muy activos en este país, pese a que, según el palacio de Buckingham, lo único que hacía el príncipe era intentar separar a dos de sus perros que se disputaban un faisán muerto durante la cacería en la finca de Sandringham.