Con atentados incendiarios contra la embajada de Estados Unidos y otros incidentes similares frente a legaciones diplomáticas extranjeras, culminó ayer en Belgrado la marcha convocada para protestar por la independencia de Kosovo, una región del país habitada mayoritariamente por ciudadanos de origen albanés.

Varios de los manifestantes ingresaron a la sección consular de la embajada yanqui y le prendieron fuego, aunque afortunadamente no había empleados en su interior, según confirmó un periodista de la agencia AFP.

En las afueras, en tanto, otro grupo se enfrentó a las fuerzas de seguridad serbias que llegaron al lugar, hasta que los revoltosos fueron dispersados con gases lacrimógenos.

UN MUERTO

El ataque a  la embajada  dejó a una persona calcinada en medio de la incendiada legación gringa. El cadáver sería, al parecer, de uno de los revoltosos, según sapeó un funcionario estadounidense.

El anónimo diplomático contó que "un cuerpo carbonizado se encontró dentro de la embajada".

Tras el ataque, la embajada norteamericana pidió a la administración serbia mayor seguridad, ya que este no fue el único incidente. Horas antes otros odiosos habían dejado la mansaca frente a las embajadas de Croacia, Alemania y Canadá.

La acción de los vándalos se produjo tras una concentración frente al Parlamento de Serbia, a la que acudieron unas  150 mil personas, para rechazar la independencia de Kosovo.