Una mujer de 58 años fue declarada muerta por un juez en 2017, pero solo estaba escondida. La justicia creyó un rumor y le "quitó" la vida.

De acuerdo a la información de The Guardian, hoy la mujer francesa Jeanne Pouchain busca ser "resucitada" legalmente, ya que no puede realizar una vida normal al estar muerta legalmente. No puede acceder a usar su cuenta bancaria, ni su cédula de identidad. Tampoco cuenta con seguro social y no puede ejercer ninguna actividad.

Esta situación también afecta a su familia, pues su esposo y su hijo tampoco pueden acceder a las cuentas bancarias compartidas con ella. Incluso, le quitaron un auto por los no pagos.

La historia

El problema comenzó en el año 2004 en Saint Joseph, Francia, cuando la afectada fue demandada por un antiguo empleado de una empresa de limpieza que era de su pertenencia. El trabajador reclamaba una indemnización tras ser despedido. La mujer se escondió y no respondió.

El trabajador por su parte no se dio por vencido, y creyendo que Pouchain ya había muerto, en el año 2016 expuso su caso con el objetivo que el esposo o el hijo de Pouchain le pagaran la indemnización.

El hombre manifestó que había enviado varias comunicaciones a la señora Pouchain, pero sin ella responder. En 2017, creyendo en las suposiciones del demandante, una corte de Lyon estableció que la mujer estaba muerta.

"He dejado de existir", se lamenta Pouchain. "No hago nada... Me siento en el balcón y escribo", indicó la afectada.

Del lado del trabajador demandante, los abogados aseguran que ella misma es la culpable de estar "muerta", debido a que se escondió de su cliente por años para no pagarle la indemnización. La mujer, que niega estas acusaciones, incluso consiguió un informe médico que certifica que está viva.