Rodney Bradley debe ser hoy por hoy, el más ferviente fanático de Facebook, la popular red social de amiguis en la web.

Gracias al car'e libro, salvo de ponerse el pijama a rayas por culpa de la acusación en su contra por un robo que no cometió.

El flaquito de sólo 19 pepas, fue acusado de participar en un asalto en pleno barrio de Brooklyn, Gringolandia, el 17 de octubre pasado.

Pasó 12 días en prisión preventiva, hasta que su abogado, Robert Reuland,  encontró la jugada maestra para devolverle la libertad.

Un minuto antes de la hora en que se cometió el delito, el joven Bradley se sentó en el computador de su padre y escribió un mensaje en su Facebook.

"Explíquenme ustedes cómo puede ser que mi representado, haya cambiado su perfil en la web y estar al mismo tiempo cometiendo el delito que se le imputa", dijo el abogado.

Bradley abrió así las mansas pepas, porque cachó que con eso no quedaría duda que él era inocente.

El tribunal dejó libreta a Bradley, quien de paso se convirtió en el primer ciudadano estadounidense en que un tribunal acoge una entrada del car'e libro como evidencia.

En su página personal, el grone quedó tan contento que ahora le pide a sus amigos que le digan "el chico Facebook".