Esmeralda Labye es una periodista de la cadena RTBF de Bélgica,  que se encontraba cubriendo el famoso Carnaval de Colonia, en Alemana.

Lo insólito ocurrío al momento de realizar su despacho en vivo. Lo que sería un enlace común y corriente comenzó a convertirse  en un incómodo momento pa´la rucia.

Micrófono en mano, la chiquilla comenzó a probar sonido cuando por atrás se le chantó un grupo de jugosos víctimas de la chela que se consume a destajo en dicha festividad germana.

Lo que podrían haber sido simples gestos rídiculos comenzaron a ser más degenerados hasta el punto que uno de los curaitos le plantó un pato en pleno cuello y le empezó a susurrar al oído.

Como besos y abrazos no quitan pedazos, la periodista ignoró a los cumas alemanes hasta que a uno de ellos se le alargaron las manos.

“Ya me estaba preparando para salir en vivo, cuando uno de los hombres me tocó un seno ¡No voy a permitir que esto suceda dos veces!”, le dijo la chiquillla al manos largas en cuestión.

Su canal estableció una denuncia penal contra el sujeto el cual es buscado intesamente por la policía alemana.